domingo, 21 de diciembre de 2008

EL NOMBRE COSMICO

“Al vencedor le daré una piedra blanca, y grabado en ella, un nombre
nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe” (Apocalipsis 2, 17).

Todos los seres humanos emiten una vibración. El sonido de esta vibración personal “traducido a palabras” vendría a ser el Nombre Cósmico. Es decir, el Nombre Cósmico es nuestra clave vibratoria personal. En el se halla nuestra Misión, la esencia de lo que somos y de lo que hemos sido.

Los Guías “leen” en el aura de la persona su Nombre Cósmico y, cuando creen conveniente, dan a conocer el nombre, ya sea a través de sueños o de alguna comunicación psicográfica. También a través de la meditación profunda del ¿quién soy yo? se puede develar el nombre.
La forma de trabajar con esta clave vibratoria personal es la siguiente:
Meditación Lunar:

Consiste en repetir mentalmente el Nombre Cósmico luego de una profunda relajación. Primero se empieza rápidamente —para una mejor concentración y alejar pensamientos ajenos al trabajo— y luego las repeticiones serán más lentas, descomponiendo el nombre por sílabas. Este trabajo se realiza los días lunes, miércoles y viernes (p.m.).
Meditación Solar:

En este caso la repetición del Nombre Cósmico es verbal, procurando encontrar la correcta pronunciación, la mágica melodía. Esta práctica se realiza los días martes, jueves y sábados (a.m.). Las meditaciones Lunares y Solares no deberán excederse por más de 15 minutos.
Los Nombres Cósmicos tienen diversas terminaciones —las dos últimas letras—, las cuales nos ubican dentro del proceso RAHMA del llamado. también el nombre como tal tiene un significado, como una frase simbólica o descripción que nos podría dar más luces de nosotros mismos al interior de la Misión. Al develar el significado de nuestra clave vibratoria, sin lugar a dudas, tendremos una llave que nos abrirá las puertas del conocimiento interior.
Comunicación:

“Las llaves las tenéis, sepan ya buscar en vosotros mismos. No desperdicien la oportunidad y la situación privilegiada en que se encuentran. Los nombres recibidos, cada uno le irá dando el acabado final u original que sintetiza la esencia de la persona, y esto será a través de las meditaciones interdiarias, los días positivos.
Los nombres son palabras claves, la vibración final e inicial está ahora a un paso corto de ser descubierta por Ustedes, aprovechen la oportunidad, interiorícense.
Poco falta para que ya no vean más esa desarmonía que caracteriza una civilización enfocada por el egoísmo; lo que ya está empezando a ocurrir es que todo vuelve por sí solo a su justo orden”.

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