sábado, 29 de agosto de 2009

EL PRINCIPIO DE GENERACION

“LA GENERACIÓN EXISTE POR DOQUIER; TODO TIENE SUS PRINCIPIOS MASCULINO Y FEMENINO; LA GENERACIÓN SE MANIFIESTA EN TODOS LOS PLANOS”.


Sin padre ni madre no hay creación, nada puede existir, todo tiene su padre y su madre, masculino y femenino. Existe en todo ser, el sexo no es más que una mera manifestación del Género, en el Plano Físico. Este principio ha sido tergiversado, practicado erróneamente, confundido con el sexo y prostituido hasta el extremo de hacer daño a la mente, al cuerpo y al espíritu. Se olvidan que la unión de lo positivo con lo negativo, masculino con femenino es el camino de la generación, de la producción. Uno solo es incapaz sin la colaboración del otro.

En Rahma, se combinan las fuerzas y los géneros, de tal manera, que mujeres y hombres se encuentran trabajando, consigo mismos, y en común-unidad para generar “La Nueva Humanidad”.

La base de esto es la amistad, el diálogo, la comunicación, el desapego, el desinterés, y el espíritu de sacrificio. El Género está en todo. Todo tiene sus principios masculino y femenino.

El Género se manifiesta en todos los planos. La palabra GENERO, se deriva de la raíz latina que significa: concebir, procrear, generar, crear, producir, etc.

Las enseñanzas de las escuelas antiguas, han identificado al principio masculino del género, con lo “positivo”, y al femenino, con lo “negativo”, como en la electricidad, por ejemplo.

Las personas magnéticas, son las que pueden emplear el principio masculino para imprimir ideas sobre los demás. La influencia peculiar que ejerce un hombre sobre otro es debido a la manifestación del Género Mental. En este Principio, está el secreto del magnetismo personal de la fascinación, etc.

En Rahma, podemos generar situaciones, e influencias positivas sobre todos cuantos nos rodean, en la medida que se dé un fortalecimiento a través del trabajo interno, y la canalización de las energías positivas.

Los Guías de Misión nos dicen, que el séptimo principio nos enseña que todo en el Universo busca su complementación, y que hasta en la dualidad, los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos. Por ello, necesitamos del otro para vernos reflejados en él y así superarnos cada día, logrando la madurez en nuestras vidas.

En este séptimo principio habremos de trabajar LA COMPRENSIÓN, LA TOLERANCIA, EL RESPETO Y EL AMOR.

¿Cómo se puede trabajar la comprensión y la tolerancia?

APRENDIENDO A COMUNICARSE PARA ASI PODERSE ENTENDER Y LOGRAR CON ELLO ACEPTARSE.

Pero preguntarán ¿Y cómo aprendes a comunicarte?

Pues intentándolo, experimentando formas y diversas alternativas, hasta que las barreras desaparezcan y uno aprenda a desnudar su alma, mostrándose tal cual uno es. Para esto no necesitan llegar a ser telépatas, simplemente SERES HUMANOS que intentan SENTIRSE Y HACERSE SENTIR. Además recuerden que lo importante es procurar hacer sentir bien a los demás, tratándolos como uno quisiera ser tratado.

PREGUNTA:
¿Cuándo y cómo podemos trabajar con estos principios?
Ningún principio funciona aislado o independiente de los demás. Por ello, en cada acto de la vida están aplicando todo esto, el asunto es ¿Que tan conscientes lo hacen? Y ¿Qué tan positivamente para ustedes y para los demás?

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE GENERACION

ARMONIZAR LAS ENERGIAS MASCULINAS Y FEMENINAS.
Este principio no tiene que ver con el sexo, el sexo es una de sus manifestaciones. Más allá de nuestro sexo, todos somos portadores de energías masculinas y femeninas, y tenemos que lograr la perfecta conjugación de éstas para obtener éxito en la vida. El hombre que es muy machista, es decir, que se ha polarizado en el extremo de la energía masculina, tarde o temprano sufrirá por la falta de su lado receptivo, intuitivo o imaginativo. Por otra parte, la mujer muy dependiente o sumisa, polarizada en la energía femenina, también sufrirá por la falta de iniciativa y confianza en sí misma. Sin importar nuestro sexo, cada uno tiene que desarrollar tanto su parte masculina como femenina para sentirse equilibrado.

Debemos recordar que para que exista la electricidad tiene que haber dos polos: el positivo y el negativo. Solamente la combinación de ambos produce la electricidad.

El símbolo del Yin-Yang representa la perfecta armonía entre las energías masculina y femenina. La parte negra simboliza la energía Yin o femenina; la parte blanca es la energía Yang o masculina. De acuerdo con este símbolo, exactamente donde termina la energía femenina comienza la energía masculina, y viceversa. Además, observamos que dentro de la parte negra existe un círculo blanco; esto significa que en el corazón de la energía femenina existe la energía masculina, y también ocurre lo mismo con la parte blanca. Cada una de ellas necesita de la otra para complementarse y lograr el equilibrio perfecto.

La energía Yin o femenina es la receptiva, creativa, imaginativa y pasiva. La energía Yang o masculina es la dinámica, activa, agresiva, y es la que regula la capacidad de dar.

Es conveniente tener el símbolo Yin-Yang a la vista, en una medalla o cuadro, para que nos recuerde en forma permanente el equilibrio que debemos encontrar.

La energía tiende a complementarse y, por eso, atraemos a nuestras vidas a las personas con la polaridad que nos falta. Cuando una persona es muy tranquila, pasiva o tímida, es muy probable que atraiga a su vida a amigos más agresivos, dinámicos y extrovertidos. Por el contrario, la persona más peleadora siempre busca rodearse de gente más pacífica o sumisa. Cada uno de nosotros atrae la energía que le está faltando.

Pero sabemos que los polos opuestos son iguales en naturaleza; solamente difieren en su grado de manifestación. También hemos estudiado que uno de los objetivos de nuestra vida aquí en el planeta es aprender a armonizar los opuestos. El sentido de atraer a personas o situaciones con la polaridad que nos falta es el de ayudarnos a encontrar la armonización o punto de equilibrio. Cuanto más tímida sea una persona, más extrovertido será quien le atraiga. Aunque al principio esta atracción de opuestos puede generar cierta dependencia entre ambos, con el tiempo cada uno brindará su energía al otro para ayudarlo a encontrar su punto medio.

Quien era más tímido dejará de serlo y quien era más extrovertido aprenderá a medir más sus actos.

La idea no es que cada uno se convierta en un bastón de apoyo para el otro, sino todo lo contrario.

Cuando finalmente una persona encuentra su punto de equilibrio, a la vez comienza a sentir la unidad con el Universo y verdadera paz interior.

En el proceso de la creación, debemos aprender a conjugar estas energías para obtener el resultado que buscamos.

Una persona que tenga mucha facilidad para imaginar y visualizar sus metas (energía femenina), nunca obtendrá resultados si no toma acción en el mundo concreto (energía masculina). Esto también es cierto en el caso contrario. Hay personas que son muy trabajadoras y concretas en su manera de actuar (energía masculina) pero carecen de la porción de fantasía que los puede llevar a renovarse y a inventar algo nuevo (energía femenina).

Cuando notes que alguno de tus deseos no se manifiesta, lo primero que deberás preguntarte es qué energía te está haciendo falta utilizar. Quizá te está haciendo falta emprender una acción dirigida (energía masculina), o quizá no estás listo para aceptar lo bueno que se te presenta (energía femenina).

EL EQUILIBRIO RESPONSABILIDAD/CREATIVIDAD.
Busca una posición cómoda para tu cuerpo; puedes permanecer sentado o acostado. Respira profundo tres veces y relaja todos tus músculos. Una vez que te sientas tranquilo, visualiza en tu mente el símbolo del Yin-Yang. Luego, formula la siguiente pregunta a tu Yo Superior: “en una escala del 1 al 100, ¿qué porcentaje está ocupando la parte responsable? Una vez que veas el número en tu mente, procederás a agradecer la respuesta recibida, respirarás profundo otra vez y, finalmente, abrirás los ojos.

Recuerda el número obtenido. Por diferencia, sabrás el porcentaje de la parte creativa.

El equilibrio de estas dos partes es vital para el logro de cualquier empresa. La responsabilidad es la energía Yang. La creatividad es la energía Yin.

Por lo general, en la mayoría de la gente el porcentaje de la parte responsable es muy superior al de la parte creativa. Los casos más extremos llegan al 90% o 95%, lo que reduce su parte creativa a tan sólo un 5% o 10%. Cuando una persona tiene un porcentaje muy alto de responsabilidad, es muy probable que se sienta atrapada en una estructura muy rígida por carecer de la energía opuesta.

La parte creativa es la que nos da nuevas ideas y soluciones a los problemas cotidianos. Por lo tanto, cuanto más alto sea el nivel de responsabilidad, menor será el grado de libertad.

En los adolescentes, el grado de creatividad es generalmente mayor que el de la responsabilidad. Pero cuando el joven ingresa en el mundo de los adultos, los porcentajes varían. Lo ideal es lograr el equilibrio entre estas dos energías igualmente importantes.

El polo de la creatividad se aumenta gracias a las actividades recreativas y de diversión. Para eso, es importante darse tiempo a fin de desarrollar algún pasatiempo, juego, deporte o alguna actividad artística. La concentración en alguna de estas actividades permite a la mente abrirse a un mundo de infinitas posibilidades. De otra manera, el mantenerse en la rutina solamente va a generar más rutina.

La energía creativa está directamente relacionada con el estado de nuestro niño interior. Por tal motivo, es importante tener un espacio para el juego y la diversión en nuestras vidas de adultos. Solamente así podemos acceder al reino de los cielos. En otras palabras, es necesario volverse un poco más “irresponsables” y aprender a jugar más con la vida. Hay que evitar cargarse de responsabilidad ajenas y hacer todo lo necesario para alivianar y simplificar nuestra vida cotidiana. El sacrificio por los demás y las actitudes heroicas pueden llegar a ser muy insatisfactorias porque están dictadas por nuestro ego y no por nuestro espíritu. El ego nos hace creer que hay personas que dependen de nosotros y nos genera una sensación de culpa cuando queremos renunciar a ciertas obligaciones.

Sin embargo, debemos saber que no existe ningún ser en el planeta que esté desamparado de Dios. Aunque veamos gente pobre o niños abandonados, allí también está Dios actuando. Lo hace de una manera que nuestra mente quizá no pueda entender, pero El está allí.

El espíritu nos recuerda que la función que Dios nos ha encomendado es siempre nuestra felicidad. Cuando Dios quiere que ayudemos a alguien, se dan ciertas características o señales: lo que debemos hacer nos resulta fácil, está a nuestro alcance y nos da placer hacerlo. Si no se dan estas condiciones, debemos tener cuidado. Dios no quiere sacrificios. El sacrificarse por los demás corresponde al terreno del ego y, tarde o temprano, el sacrificio se convertirá en reclamo o, peor aún, en resentimiento. Debemos hacer las cosas con amor o no hacerlas.

La falta de agradecimiento o de reconocimiento por parte de los demás es una señal de que estamos dando equivocadamente. La persona malagradecida nos está haciendo el “favor” de recordarnos nuestro error. Cuando recibimos un rechazo a nuestra ayuda, nos están dando la señal de que nos pasamos del límite: es el momento de volver a concentrarnos en nosotros mismos, de retroceder y permitir a la persona que viva sola su experiencia.

Cuando uno estudia los principios universales, aprende la importancia de volverse egoísta en el buen sentido de la palabra. Uno aprende a ponerse siempre en primer lugar, a respetarse a sí mismo, a cuidarse y a permitirse el tiempo necesario para cualquier acción. Porque en definitiva la única manera de ayudar a los demás es ayudándonos a nosotros mismos primero. De nada sirve que nos preocupemos por los problemas de los demás si aún no hemos resuelto los nuestros. Debemos recordar que “las leyes superiores se imponen sobre las inferiores”; esto significa que cuanto más mejoramos nuestra situación personal, más ayudamos a todos los que nos rodean.

LAS POSIBILIDADES INFINITAS.
No hay creación si no conjugamos correctamente nuestras energías masculinas y femeninas. En nuestra sociedad está muy valorizada la energía Yang o masculina, la que nos inclina a asumir responsabilidades y funcionar dentro de una estructura organizada. Pero cuanto más nos introducimos en esa estructura, más limitamos nuestra capacidad creativa. El estudio del principio de generación nos recuerda nuestra naturaleza creadora y la importancia de desarrollarla para la expresión del espíritu. Fuimos creados a “imagen y semejanza” de nuestro Padre. Dios creó el Universo; por lo tanto, nosotros tenemos la habilidad para crear nuestro propio Universo también.

Para desarrollar la energía creativa Yin, es necesario aprender a jugar con la vida. La creatividad aumenta notablemente cuando nos dedicamos a algún pasatiempo, cuando nos relajamos y disfrutamos del presente, o cuando nos concentramos en el estudio de algo que nos interesa.

La energía Yin es la energía femenina y gobierna la parte izquierda del cuerpo. Si eres diestro, entonces es aconsejable que comiences a usar más tu mano izquierda. Quizás, al principio, te sientas torpe tomando algunos objetos con esta mano; sin embargo, con tiempo y práctica lograrás la misma agilidad que tienes con la mano derecha. Si eres zurdo, comienza a utilizar la otra mano. El utilizar ambas manos implica activar los dos hemisferios cerebrales; en otras palabras, los dos tipos de energía. A las personas que están muy acostumbradas a dar demasiado, siempre les recomiendo como ejercicio cerrar la mano derecha y mover mucho los dedos de la mano izquierda. De esta manera, se activa la energía receptiva Yin y la persona se prepara mejor para recibir.

VEINTIUN DIAS.
El principio de generación también puede usarse para crear alguna conducta nueva en tu personalidad. El proceso de autodefinirse o gestarse a uno mismo no es sencillo; sin embargo, tampoco es imposible. En primer lugar, debes saber que lo que se repite durante veintiún días en forma consecutiva se incorpora a nuestra alma. Aquello nuevo que ensayas se convierte en hábito. Se debe comenzar practicando una cualidad por vez, como, por ejemplo, la paciencia, la perseverancia, ser más ordenado, no criticar, ser más puntual, etc.

Para hacer eficazmente este ejercicio, es necesario utilizar un calendario donde ir marcando los días. Si por algún motivo llegas a saltearte un día, tienes que comenzar de nuevo. La práctica requiere que sean veintiún días consecutivos para que la cualidad se asiente efectivamente en tu conciencia.

La sabiduría de Dios se manifiesta de una manera muy simple. Las grandes verdades son fáciles de entender. Muchas veces no les prestamos atención precisamente porque nos parecen demasiado sencillas. El verdadero saber se manifiesta en el hombre como sentido común, no como una acumulación de información organizada y clasificada. Esto significa que para funcionar bien en la vida no es necesario que todo el mundo estudio los principios universales. Con sólo escucharse a sí misma y seguir los dictados de su conciencia, cada persona puede saber a cada momento qué es lo mejor que puede hacer. Pero el estudiar los principios universales, hace que el viaje en esta vida sea más consciente y efectivo. El conocimiento es una gran herramienta que está a nuestra disposición.

La vida funciona como una computadora. Cuando sabes tocar las teclas adecuadas, obtienes el resultado que deseas. Los siete principios universales son las teclas principales que debes aprender a oprimir para mejorar tu vida.

EL PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO

“TODA CAUSA TIENE SU EFECTO; TODO EFECTO TIENE SU CAUSA; TODO SUCEDE DE ACUERDO CON LA LEY; LA SUERTE NO ES MAS QUE EL NOMBRE QUE SE LE DA A UNA LEY NO CONOCIDA; HAY MUCHOS PLANOS DE CAUSALIDAD, PERO NADA ESCAPA A LA LEY”.


Tú sabes que nada ocurre por casualidad, todo tiene su origen, su causa, su inicio; tú misma presencia acá se debe a una causa, los efectos de esa causa serán posteriores. El efecto es futuro, producto del presente que en un momento será pasado. Los pensamientos que tu mente genera son energía y salen de tu cabeza como vibraciones, como ondas y regresan a ti en el futuro trayéndote lo que has escogido. Lo que quiero decirte es que el obrar, pensar, actuar, sentir positivamente te beneficia grandemente en el futuro que es el efecto generado por tu mente. Haces un bien a alguien o hablas bien de una persona, “eso” sale en vibraciones de colores limpios. ¿Sabes que los pensamientos tienen colores? Esos colores son bellos y atraen correspondientemente vibraciones de ese mismo color que te regresan aumentados en intensidad, en el bien que hiciste o dijiste. Mira !Qué maravilla¡ y eso no es casualidad, es un principio exacta, inmutable como los otros principios. Si siembras amor recogerás amor intensificado en energía positiva; si siembras maldad esta vibración recogerá en su camino más maldad que volverá a ti aumentando su fuerza, en algo desagradable: enfermedad, accidente, etc. Si criticas serás criticado, si dañas a alguien serás dañado o un ser tuyo sufrirá el daño. Todo lo que siembras, que viene ser la causa, da su fruto que es el efecto que tu cosecharas. En general, lo que siembres bueno o malo cosecharás con creces; entonces es conveniente siempre dar todo lo que la vida nos ofrece en sentimientos y acciones. Si somos mal humorados, mezquinos, violentos, egoístas, no podemos esperar sino desgracias y cosas malas en general. Y luego nos quejamos de que DIOS es injusto, realmente que injusto somos con El. No queremos aceptar que nosotros y no otros, somos los únicos causantes de todos los males que nos aquejan, de todas las limitaciones que sufrimos, de todas las desgracias que se nos vienen. Si comprendes este principio, puedes cambiar muchas cosas que te están haciendo daño y tendrás realmente el dominio de tu vida.

En Rahma, hemos aprendido que nosotros podemos causar buenos efectos, esto es poniéndonos conscientemente, y de forma libre, bajo las Leyes Universales. En nosotros esta, la capacidad de programar y crear situaciones futuras, que serán causadas en base a nuestras actuales decisiones y que mejor resultado no tendrán éstas, si se identifican con el Plan Divino. Y, si trabajamos por un mundo Nuevo, por una renovación, el efecto no se hará esperar. Nuestros mismos trabajos de difusión, y preparación de la gente, traerán consecuencias muy positivas, para la realización del Plan Cósmico.

Los maestros obedecen a la Causación de los Planos superiores al que se encuentran, pero prestan su colaboración, para regular y regir en su Propio Plano.

Los Guías de Misión nos dicen, que el sexto principio consiste que todo es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos la vida, así como también por los procesos pendientes de existencias pasadas. Y es que cada vida se nos ofrece como una nueva aventura pero con mayor experiencia. Experiencia alcanzada de otras vidas, que se manifiesta en nuestra particular forma de enfrentar las propuestas que se nos van presentando; todo ello, como parte de un proceso de crecimiento hacia una expansión de conciencia, donde nada es dejado al azar; y donde también, no está dicha nunca la última palabra.

En esto no hay programas individuales o colectivos incompletos, ni programas definitivos e inamovibles. No se han descuidado los detalles pero TODO PUEDE VARIAR. TODO SE PUEDE MODIFICAR PARA BIEN O PARA MAL, dependiendo fundamentalmente de nuestra ACTITUD FRENTE A LA VIDA. Pero eso sí, LA EVOLUCION ES PERSONAL E INTRASFERIBLE, AUNQUE PARADÓJICAMENTE ESTA SOLO SE PUEDE REALIZAR EN PERMANENTE INTERACCION CON LOS DEMAS. LA COSECHA DE NUESTRA VIDA ES PRODUCTO DE LA SIEMBRA DE NUESTRAS ACCIONES.

En este sexto principio se ha de trabajar EL SERVICIO CON DISCERNIMIENTO, BONDAD Y DECISIÓN.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE VIBRACION

POR QUE LE OCURREN COSAS MALAS A LA GENTE BUENA.
La Ley de causa y efecto opera en forma permanente manifestando aquello que de alguna manera hemos generado. De esto deducimos que haciendo el bien obtendremos el bien, lo cual es correcto. Sin embargo, habrás encontrado que aún haciendo buenas obras se te presentan problemas, y entonces surge la pregunta: ¿Por qué le ocurren cosas malas a la gente buena? La respuesta es muy sencilla: por karma. Aunque una persona sea buena en esta vida, quizás arrastre deudas de su pasado.

El karma une a las personas y las mantiene conectadas a través de las distintas vidas. Esto quiere decir que reencarnamos en grupo, en los cuales vamos intercambiando roles. Es probable que una mujer haya sido madre en una vida y en la siguiente sea hija. Por eso es que algunos hijos tienen una actitud muy autoritaria hacia sus padres, como si los roles estuvieran cambiados. En realidad, esto ocurre cuando el recuerdo de la vida anterior aún está vigente en el cuerpo emocional. Hay amigos que parecen hermanos porque efectivamente lo fueron antes, mientras que hay hermanos que parecen extraños en la familia porque es la primera vez que les toca estar juntos. También hay parientes que parecen ser rivales o enemigos; cuando esto ocurre, el Universo los lleva a nacer bajo la misma sangre como un intento de conciliar sus almas.

No solamente intercambiamos roles cuando reencarnamos, sino que también cambiamos de sexo. Si en esta vida eres hombre, en la próxima serás mujer y viceversa. Además, nacemos dos veces bajo el mismo signo astrológico y, de esta manera, nuestra alma recoge la experiencia completa.

Nos reencontramos con las mismas personas a lo largo de numerosas vidas. En síntesis, si perjudicamos a una persona, es muy probable que en la próxima vida nos toque ser perjudicados por ella. Si como padre has sido muy severo, entonces en el futuro te tocará vivir como hijo el sometimiento de un padre igualmente severo. De esta manera aprendemos y reconocemos lo que hemos hecho antes.

El principio de causa y efecto está operando permanentemente y nadie puede escapar a eso. Tarde o temprano tendremos que reparar el daño que hemos ocasionado. O, por el contrario, recibir con alegría el beneficio de haber hecho bien las cosas en su momento.

A medida que la población del mundo crece, vienen “almas nuevas” a la Tierra. Estas almas vienen de otros planetas con la misión de ayudarnos a elevar nuestra conciencia. De la misma manera, nosotros nos moveremos hacia otro lugar cuando hayamos aprendido todo lo que nos toca aprender aquí. Este es uno de los motivos por los cuales no hay que apurarse en crecer o evolucionar. El crecimiento es infinito y debemos disfrutar de cada paso que damos.

CONTRATOS KARMICOS.
Antes de venir al planeta, elegimos tomar un cuerpo físico y seleccionamos voluntariamente las experiencias que estamos dispuestos a experimentar. En ese proceso seleccionamos a nuestros padres, hermanos, futuras parejas, matrimonios, amigos, y demás. Con las personas que nos van a ayudar más eficazmente firmamos un “contrato kármico”. Nos ponemos de acuerdo en lo que cada uno le va a hacer al otro con la intención de enseñar o aprender algo. El proceso de aprendizaje es mutuo y el contrato kármico se firma de común acuerdo. Cuando llegamos a este plano, nos olvidamos de lo firmado y vivimos la experiencia elegida.

Los contratos kármicos son voluntarios e irrevocables; no desaparecen hasta que se cumplen totalmente. Uno los elige con la finalidad de dar un paso adelante muy importante en la evolución personal. Por ejemplo, una mujer puede pedirle a su “futuro esposo” que durante el matrimonio la maltrate; de esta manera, ella reconocerá que tiene muy poco amor propio y deberá aprender a valorarse como mujer. Por otra parte, él acepta que ella le inicie una demanda legal; de esta manera, tendrá que aprender a respetarla y renunciar a su machismo.

Cuando hay un contrato kármico, se percibe una sensación de venganza en una o en ambas personas involucradas. Nos olvidamos de que nosotros mismos hemos elegido vivir la “mala experiencia” para aprender la lección y reparar nuestros errores pasados.

El principio de causa y efecto dice que existen muchos planos de causación, por tal motivo, a veces es muy difícil entender por qué sucede lo que sucede.

EL DRAMA PERSONAL.
Según el principio de causa y efecto, todo lo que vivimos es el resultado de nuestros propios actos. Contamos con el poder creador y, a veces, debido al mal uso del mismo, creamos situaciones difíciles o dolorosas; creamos de esta manera nuestro “drama personal”. Según los principios, el drama de toda persona se reduce a la idea de separación de su Fuente (Dios).

Podemos comparar el efecto de la separación con el concepto del “pecado original”. En la Biblia, esto se explica con la imagen de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. La sensación de separación o desconexión de nuestra verdadera Fuente (Dios) es la que genera todos los miedos, las angustias y los problemas mayores. Un ejemplo de esto es la soledad. La soledad no se resuelve teniendo a una persona al lado nuestro; en muchos casos, uno puede llegar a sentirse horriblemente solo aún estando acompañado. La soledad es un problema personal y tiene que ver con la sensación de estar desconectado de nuestro Creador. Solamente reparando esa conexión podemos sentirnos plenos, completos y felices. Curiosamente, muchas iglesias fomentan la idea de separación y no la de unión. Esto se debe a que se basan en las leyes del ego y no en las del espíritu. El miedo más grande que existe es el miedo a Dios, a recibir su condena o castigo, lo cual es totalmente absurdo.

Como conclusión, la idea del karma, o el ciclo de culpa y castigo, fue creado por nuestro ego. Dios no condena ni castiga porque El nos ha creado tal como somos. El sabe que lo que estamos viviendo es como un gran sueño del cual tenemos que despertar. No hay culpas ni culpables; no tenemos nada que pagar ni que hacer pagar a los demás; solamente existe la experiencia.

El proceso de liberación del karma comienza con el reconocimiento de la proyección que hacemos hacia los demás. Es decir que tenemos que empezar a reconocer que no hay culpables fuera de nosotros, sino que, de alguna manera, uno está proyectando el problema hacia fuera. Luego debemos reconocer que tampoco nosotros somos culpables, sino que solamente hemos cometido algunos errores. Finalmente, debemos reparar esos errores corrigiendo nuestra percepción de la vida.

Cuando creamos nuestro ego, cuando surgió la idea de separación, Dios puso en nuestra mente el instrumento necesario para devolvernos la percepción correcta de la vida. Este instrumento es lo que llamamos Yo Superior o Espíritu Santo.

Todos debemos aprender a invocar al guía de nuestro Yo Superior, especialmente en los momentos en que se encuentra en conflicto, para entender lo que está ocurriendo.

La Era de Acuario nos enseña que no somos culpables de nada; tan sólo hemos cometido errores y los errores se corrigen. La parte más perfecta de nuestra mente nos ayuda en este proceso. Para poder evolucionar, debemos desarmar nuestro “drama personal”. Con nuestro drama lo único que hacemos es acaparar la atención de los demás y de esta manera tomamos su energía. Esto significa que cuantos más dramas experimentamos, más robamos la energía de los demás. Pero cuando empezamos a despertar a la vida espiritual, descubrimos que la Fuente de nuestra energía es otra y que la misma es infinita e inagotable; por lo tanto, no necesitamos apropiarnos de la energía ajena.

El proceso del perdón consiste en “desarmar” lo que hemos construido eliminando las culpas que ponemos en otros y en nosotros mismos. De esta manera, comenzamos a sentir la sensación de unidad. Pero mientras exista una sola persona a la que consideremos culpable, nunca encontraremos paz en nuestra vida.

El perdón a uno mismo es, tal vez, uno de los más difíciles de lograr. La autocondenación se da la mayoría de las veces de una manera muy sutil y, a la vez, muy intensa. A veces, sentimos la voz de un juez interno que nos recuerda cuán tontos hemos sido al haber actuado de cierta forma; ese juez no es más que la voz de nuestro propio ego que debemos aprender a callar.

Perdonar no es sinónimo de debilidad. Perdonar no significa permitirles a los demás que vuelvan a hacer lo mismo con uno. Perdonar significa entregar el problema a una autoridad superior a la nuestra, que impondrá Su Justicia y no la que nuestro ego quiere. Perdonar también significa aprender a ponerles límites a los demás y a defender nuestros derechos.

LA AYUDA A LOS DEMAS.
Nunca hay que ayudar a nadie que no nos haya pedido porque la persona puede no estar receptiva a nuestra ayuda. Cuando le hemos hecho un favor a alguien y luego esa persona no nos agradece o se muestra indiferente nos está dando la pauta de que nos hemos equivocado. O bien la persona no necesitaba de nuestra ayuda o le hemos dado la ayuda equivocada. Esto ocurre cuando intervenimos en la vida de alguien pretendiendo ser su salvador.

Una manera de evitar este error es ofrecer nuestra ayuda a quien pensamos la necesita y, luego, debemos retroceder para dar lugar a que la persona elija. Cuando la persona decide aceptar nuestra ayuda, entonces estará receptiva y sólo así tendremos éxito.

¿Hasta dónde ayudar? Se debe ayudar a los demás hasta el punto en que el equilibrio de nuestra vida personal no se pierda. Si vas a prestar dinero a alguien cercano, deberás prestar solamente una cantidad de tu dinero que no ponga en peligro tu economía personal. De lo contrario, si por prestar dinero dejas de pagar tus cuentas, sólo estás permitiendo que el problema del otro contamine tu vida. En esencia, si quieres que tu ayuda sea siempre efectiva, no deberás perder nunca tu equilibrio personal. Esto nos lleva a la siguiente conclusión: desde el punto de vista metafísico, los sacrificios por los demás no sirven.

En general, los problemas que cada uno de nosotros enfrentamos no son más que errores de conciencia. Existen en nuestra mente ideas equívocas que deben ser corregidas. Estas tienen que ver con la falta de aceptación de lo bueno, con ideas de no merecimiento, con el nivel de la autoestima y con las culpas que arrastramos. Estas últimas son las más poderosas y generan las principales barreras para nuestra felicidad personal. Cuando un objetivo se demora o las cosas que deseo no se dan, es porque todavía tengo que perdonar a alguien o perdonarme a mí mismo. Las enfermedades físicas tienen que ver con la falta de perdón; las deudas y la soledad, también. Siguiendo este concepto, si quieres ayudar a alguien verdaderamente, entonces no sólo tienes que brindar tu ayuda material, sino también el apoyo moral necesario para que la persona se libere de sus culpas y mejore su manera de pensar.

RENUNCIAR AL KARMA.
Debes afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para lograrlo, tienes que decretar lo siguiente: “Renuncio al karma. En este instante, renuncio a cualquier forma de carencia, pensamiento de limitación o error que se aloje en mi conciencia, A partir de hoy, elijo felicidad, prosperidad, salud excelente y una vida muy armoniosa”.

Cada vez que se nos presenta un problema lo primero que se debe hacer es renunciar a él. Cualquier afirmación o decreto que se haga en ese momento tiene que comenzar con la palabra “renuncio”. De esta manera, interrumpes la formación de la crisis. Por ejemplo, puedes decretar: “Renuncio a seguir sufriendo por este problema sentimental. A partir de hoy, encuentro la solución más armoniosa y positiva para ambos”. Si el problema es de dinero, entonces puedes decretar: “Renuncio a mis limitaciones económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y en abundancia”.

EL PRINCIPIO DE RITMO

“TODO FLUYE Y REFLUYE; TODO TIENE SUS PERIODOS DE AVANCE Y RETROCESO; TODO ASCIENDE Y DESCIENDE; TODO SE MUEVE COMO UN PÉNDULO; LA MEDIDA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA DERECHA ES LA MISMA QUE LA DE SU MOVIMIENTO HACIA LA IZQUIERDA; EL RITMO ES LA COMPENSACIÓN”.


Es necesario recordar que todo se mueve para un lado y para otro, en un sentido y en otro, sube y baja, avanza y retrocede, a la derecha luego a la izquierda, es decir tiene un movimiento de vaivén como las aguas del mar.

Habrás observado que muchas veces sin motivo aparente te sientes decaído sin deseos de hacer nada y otros amaneces eufórico, lleno de dinamismo, con deseos de actividad plena ¿Qué sucede? Pues está funcionando este principio como las otras influenciando en nuestros estados de ánimo, sentimientos, estados mentales, etc. Todas actúan al mismo tiempo y afectan de diferente manera a los cuerpos en particular y al Universo en general.

Según este principio todo va y viene, como un péndulo; hay oscilación hacia un polo primero y luego hacia el otro polo.

Nada escapa a este principio, se lo siente en la vida misma, en la historia de naciones que sufren y se levantan, caen y se elevan.

Este es nuestro ritmo más importante nacer y morir, aspirar y expirar. Las galaxias, los planetas, los sistemas, los soles, nacen, llegan a su máxima expresión y así continúan ciclos y ciclos para renacer de nuevo. Todo se repite, nacen, crecen, maduran, decaen y mueren.

Todo se mueve, nada está en reposo; el mar tiene su marea fluye y refluye. Como los otros, este es un principio que garantiza el funcionamiento equilibrado, armónico de todo lo creado.

Mientras no lo conozcamos bien y podamos utilizarlo positivamente jugará con nosotros llevándonos de un lado a otro. Tenemos que aprender a neutralizarlo y manejarlo en nuestro beneficio, que la acción y reacción sean buenas para nosotros, porque indudablemente actúa en la creación como en la destrucción.

En Rahma, aprendemos a conocer a través de la interiorización, nuestro propio ritmo, conocimiento que nos permitirá controlar y enfrentar situaciones diversas, de la manera más positiva.

También nos permite conocer que a esta etapa de crisis actual, lo sigue otra de paz y armonía, a la cual deberemos llegar habiendo superado nuestras limitaciones.

Los Guías de Misión nos dicen, que el quinto principio nos permite entender que en el proceso de crecimiento, todos habremos de pasar muchas veces de la luz a la oscuridad y viceversa. Se habrá de atravesar por períodos de cambio y de estancamiento.

Y siempre uno precederá al otro, lo que nos hará estar permanentemente en guardia.

El contraste de estados nos enseñará a valorar y a dominar los momentos internos cambiantes, pudiendo desarrollar cada vez un mayor equilibrio o capacidad como para modificar a voluntad la situación, o hacer más llevaderos los momentos difíciles.

Al final cada uno debe llegar a conocer sus propios ritmos internos para dominarlos, llegando con ello a afectar las fluctuaciones del ambiente externo.

En este quinto principio se deberá trabajar LA FE, LA PACIENCIA Y LA ESPERANZA.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE RITMO

EL RITMO DEL PLANETA.
Según el principio del ritmo, todo en la vida tiene un movimiento pendular. Cuando más lejos ha llegado el péndulo en el polo negativo (tristeza, dolor, sufrimiento, etc.), más se inclinará luego hacia el otro extremo (alegría, éxito, felicidad, etc.). De acuerdo con EL KYBALION, el movimiento siempre comienza en el extremo negativo y nunca al revés. Es decir que si se está viviendo un momento feliz, no significa que luego se va a sufrir. En realidad, el proceso es al revés: si se ha sufrido un gran dolor, la vida luego nos compensa con una gran alegría. El movimiento pendular se reduce en la medida en que nos elevamos espiritualmente y se termina cuando nos hallamos en el terreno del espíritu. Es entonces cuando se alcanza el estado de dicha constante y paz. Cuando uno logra llegar a ese punto, en el cual se puede sentir bien con pareja o sin ella, dinero, familia, y demás, es cuando uno se ha situado sobre el péndulo. Mientras uno oscila emocional o mentalmente es porque todavía está siendo arrastrado por aquél.

El balance puede lograrse en ciertas áreas primero y luego en las demás. Por ejemplo, una persona puede tener solucionada su vida económica pero no su vida afectiva, o viceversa.

El planeta Tierra también tiene su ritmo. No solamente gira en su órbita alrededor del Sol sino que también gira sobre su propio eje. Además, el planeta tiene su ritmo interno, gobernado en gran medida por la influencia de la Luna. De la misma manera en que la Luna produce el aumento o la disminución de las mareas, también produce cambios en el humor de las personas. Básicamente, el movimiento de la Luna muestra dos fases: creciente y decreciente; cada una de ellas dura aproximadamente catorce días. A su vez, estas fases se dividen en cuartos que duran alrededor de siete días.

Se debe saber, que a partir del día en que hay Luna nueva comienza su fase creciente. Mientras la Luna se encuentra en esta fase, el planeta está recibiendo una energía de crecimiento ideal para iniciar cualquier tipo de actividad. Todo lo que se inicia durante este tiempo crecerá con facilidad, especialmente en los siete primeros días. Las personas que quieran que su cabello crezca más rápido y fuerte deben cortárselo en ese momento. En general, esta fase es buena para iniciar negocios, contraer matrimonio, viajar, firmar contratos, cambiar de trabajo, comenzar estudios, mudarse, hacer dieta, empezar a escribir un libro o comenzar cualquier tipo de proyecto o diseño.

Por otra parte, a partir del día de la Luna llena comienza su fase decreciente. Esta fase es ideal para finalizar todo lo iniciado con anterioridad, especialmente en los siete primeros días. Es el momento de terminar un trabajo incompleto, finalizar algún trámite legal, divorciarse o separarse (de esta manera no se vuelve a la misma persona), regresar de viaje, cerrar una compañía, finalizar un libro o proyecto, renunciar a un puesto, cortarse el cabello para que crezca lentamente, y demás.

De acuerdo con las fases de la Luna podemos identificar el ritmo del planeta y elegir el momento más apropiado para nuestras actividades personales.

EL FIN DEL ROMANTICISMO.
Otra de las manifestaciones del principio del ritmo que encontramos a diario es la música. En esencia, la música es ritmo y tiene su propio movimiento pendular. El tipo de música que uno prefiere denota en gran medida la velocidad del péndulo en el cual uno está oscilando. Si a uno le gusta la música romántica, el péndulo oscilará más lentamente; si uno prefiere la salsa o el rock, estará moviéndose a mucha mayor velocidad.

Hemos aprendido que para programar nuestra mente debemos tener presente lo que hablamos, lo que visualizamos y aquello que sentimos. La música, por lo general, reúne a estos tres elementos y, en muchos casos, lo hace para expresar dramas o dolor.

Algunos ejemplos de letras dramáticas son:

“NO PODRE VIVIR SIN TU CARIÑO; NO PODRE RESISTIR SIN TU AMOR.....” “VUÉLVEME A QUERER, NO ME LASTIMES....”

“TODA LA VIDA, COLECCIONANDO MIL AMORES, HACIENDO JUEGOS MALABARES, PARA NO AMARTE EN EXCLUSIVA.....”

“PASARAN MAS DE MIL AÑOS...”

“EL MUNDO FUE Y SERA UNA PORQUERIA, YA LO SE....”

Por lo general, cuando uno canta estas canciones repite las palabras con entusiasmos; se visualiza con claridad lo que se está cantando y, finalmente, se pone el condimento más importante: la emoción. En pocas palabras, se están usando todos los ingredientes metafísicos necesarios para manifestar algo. Por lo tanto, si una persona canta “NO SOY NADA SIN TI”, la mente tomará esa frase como una orden y hará todo lo posible para ejecutarla, haciendo que la persona se sienta en la miseria al estar separada de su pareja.

Es probable que a partir del estudio de este principio se termine tu romanticismo y, cada vez que escuches una canción romántica, tengas que usar a menudo la orden: “CANCELADO” para no permitir que lo negativo se grabe en tu cerebro. Si se analiza el contenido de las letras de las canciones que escuchamos a diario, nos daremos cuenta de cómo nos identificamos con los dramas muy fácilmente. En este proceso de evolución personal que hemos elegido debemos hacer un viaje consciente y esto incluye seleccionar cuidadosamente la música que vamos a escuchar. Debemos elegir canciones que sean positivas y que eleven la vibración personal.

Muchos creen que esto es anecdótico; sin embargo, la música reúne todo lo necesario para producir la manifestación. El peligro real existe cuando la persona se identifica con el drama. Al cantarlo, lo afirma con las palabras, lo visualiza claramente y lo siente en lo más profundo de su corazón. Lo más probable es que su drama se haga realidad muy pronto o que se afirme más si ya lo está viviendo. Las canciones que despiertan nostalgia son las que encadenan fuertemente a las personas a su pasado.

La solución que le he encontrado a las canciones románticas muy dramáticas es cantárselas a Dios y nunca a alguien. Si le cantas a Dios: “NO PODRE VIVIR SIN TI” o “TU ERES LA LUZ DE MI VIDA”, estarás afirmando una gran verdad y buscarás unificarte con El. Sin embargo, si se lo cantas a una persona, estarás poniendo el eje de tu vida en ella y todo dependerá de su humor y grado de estabilidad.

La música instrumental también “HABLA” y cuenta historias. Hay ciertas músicas instrumentales que levantan el ánimo y otras que, por el contrario, deprimen.

Cada tema musical tiene su vibración propia. Debemos ser muy cuidadosos y elegir todo lo que nos lleve a elevarnos y a sentir dicha.

EL EFECTO “SUBIBAJA”.
El principio de ritmo también afecta a las relaciones humanas. De acuerdo con el movimiento de nuestro péndulo personal, atraemos personas más positivas o negativas en determinados momentos. Existe un fenómeno, conocido en psicología como el efecto “subibaja”, que afecta a las relaciones más cercanas alterando el equilibrio emocional. Para entenderlo mejor, vamos a estudiarlo a través de un ejemplo concreto: un matrimonio.

Debes visualizar a cada uno de ellos como tanques de agua conectados en su base por una válvula o un caño. De esta manera, vemos como los dos recipientes están conectados entre sí e intercambian su contenido. Cuando el contenido de uno de ellos desciende, aumenta el otro, y viceversa. Este fenómeno de vasos comunicantes ocurre también entre dos personas que están enlazadas emocionalmente. Por lo tanto, todas las emociones que reprime uno de ellos, las expresa el otro.

Continuando con nuestro ejemplo, imagínate que un día la esposa quiere hablar con su esposo de algo importante y él está leyendo el diario cómodamente en la cocina. Ella habla pero el solo murmura algo; en el fondo, se molesta con la interrupción. En vez de expresar su verdadera emoción, la reprime. Súbitamente, ella se siente incómoda y se enoja. Su esposo continúa leyendo el diario y reprimiendo su energía. Todo lo que el reprime, surge del otro lado haciendo que la mujer se enoje aun mas. La represión continúa y pronto llega a su límite. Pero en apariencia, por un lado, el hombre sigue completamente en silencio y, por el otro, su mujer está totalmente fuera de sí. Entonces el hombre dice excusándose: “Pero si yo no dije nada”.

De esta manera se explica porque a veces sentimos emociones ajenas a nosotros mismos o porque llegamos a límites indeseables. A veces, al conocer a una persona nueva, uno empieza a sentir emociones que ya no son propias. Es probable que se sienta el gran deseo de complacer al otro, de brindarle desmedidamente, de estar todo el tiempo solo con aquella persona. Todo esto se debe a la gran necesidad que tiene el otro de recibir; lo está pidiendo con toda intensidad pero sin palabras. En estos casos, surgen preguntas como: “¿Por qué estoy sintiendo esto?”. La persona puede llegar a imaginarse que está viviendo un gran amor y solo está recibiendo toda la neurosis de la otra persona. En esos casos, nos encontramos canalizando la furia, la tristeza, la desolación o la angustia de las personas con las que nos relacionamos. Esto es más cierto aun cuando estas emociones no son lógicas o coherentes con los que nos está ocurriendo en ese momento. Podemos comparar el fenómeno con la contaminación de los tanques; al estar conectados entre sí, uno recibe la parte toxica del otro.

El efecto “subibaja” se continua en los distintos miembros de una familia. Del padre pasa a la madre, de la madre al hijo o hija mayor y así sucesivamente. Este efecto suele incluir también a los animales domésticos. En conclusión, todo lo que reprimen los mayores, lo manifiestan los menores. Esta es la razón por la cual suelen enfermarse los niños en una casa, o algunas mascotas se comportan tan neuróticamente. La represión nunca es buena y termina por explotar.

El problema se detecta cuando uno comienza a perder su propio eje. Uno comienza a darse cuenta de que está haciendo o sintiendo emociones que lo incomodan. Se da una especie de aceleramiento y agotamiento. Debemos recordar que el cuerpo físico siempre nos envía dos mensajes básicos: comodidad o incomodidad. De acuerdo con su mensaje, podemos darnos cuenta de si nos estamos envolviendo en un intercambio de energía favorable o no. Muchas personas tapan este mensaje con un pensamiento inocente como “Él o ella ya va a cambiar” o “El tiempo mejorara la relación”. En síntesis, desde un primer momento sabemos si una persona será favorable o no para nosotros.


La solución a esto es, en principio, ser consciente del efecto “subibaja” y luego buscar neutralizarlo. Para lograrlo, lo más efectivo es la comunicación verbal y la expresión abierta de las emociones. Volviendo al ejemplo anterior de los tanques contenedores, la válvula de escape seria la boca. Cuando uno expresa lo que piensa y siente, libera la energía y se corta el efecto “subibaja”. En casos de enojo, siempre es más saludable discutir y terminar el tema en ese momento, en lugar de reprimirlo.

El principio del ritmo se manifiesta en todas nuestras relaciones y cuando mayor es el grado de intimidad, mas grande es el intercambio de energía que se produce.

viernes, 28 de agosto de 2009

EL PRINCIPIO DE POLARIDAD

“TODO ES DOBLE; TODO TIENE DOS POLOS; TODO SU PAR DE OPUESTOS; LOS SEMEJANTES Y LOS ANTAGÓNICOS SON LO MISMO, LOS OPUESTOS SON IDÉNTICOS EN NATURALEZA PERO DIFERENTES EN GRADOS; LOS EXTREMOS SE TOCAN; TODAS LAS VERDADES SON SEMI-VERDADES; TODAS LAS PARADOJAS PUEDEN RECONCILIARSE”.


Todo posee su contraparte: frío – calor, blanco – negro, positivo – negativo, etc. Es decir vienen y se manifiestan en pareja; son dos aspectos, dos polos; el frío y el calor se diferencian en grados únicamente pero son de la misma naturaleza, son vibraciones con una variedad grande en grados tanto para arriba como para abajo. Sin embargo en ambos extremos existe de alguna manera calor y frío; todo es relativo no absoluto; se unen en algún momento. Lo mismo ocurre con el sur-norte, este-oeste, se confunden en un instante; la claridad y la oscuridad. ¿Dónde empiezan y dónde terminan? Lo duro y lo blando, el uno termina donde empieza el otro... El amor y el odio son opuestos totalmente pero manifestaciones de un mismo estado mental vibratorio. No existe el amor absoluto ni el odio absoluto pero si sentimos más amor y menos odio si nos elevamos espiritualmente o lo contrario, sentiremos más odio si descendemos. La valentía y el miedo también son un par de opuestos que no escapan a este principio, en uno existe el otro... mira que interesante es reflexionar sobre esto.

Tú puedes cambiar un estado mental en otro (¿transmutar?) siempre que sean de la misma clase. Por ejemplo: el odio en amor; el miedo en valor; la enfermedad en salud; dependerá de tu estado de conciencia. O lo opuesto: el amor en odio; el valor en miedo; la salud en enfermedad. Siempre ese cambio será posible de realización entre cosas de la misma clase pero de grado vibratorio diferente. Otro ejemplo nos aclarará más: No puedes convertir al cobarde en norte o sur pero si en valiente; al perezoso en activo; esto es importante porque podemos lograr los cambios mentales que deseamos en nuestros enemigos, amigos, hijos, etc. Es decir positivizarlos para bien de todos: el amor es positivo, el odio es negativo; la verdad es positiva, la mentira es negativa; lo superior es positivo, lo inferior es negativo; la dignidad es positiva, el orgullo y la vanidad son negativos.

Hay que aprovechar de este principio para ayudar a los demás, polarizando situaciones; elevando las vibraciones a voluntad puedes transformar un ambiente desagradable en agradable, cambiar con tu sola presencia, con tu mirada, con una sonrisa, con tu alegría, tus palabras pueden ayudar al desesperado llenándolo de esperanza. Esto es transmutar. Todo esto puedes lograr pero primero tendrás que aprender a cambiar tu propia polaridad para luego poder ayudar a cambiar la ajena.

En Rahma, con la conciencia que vamos desarrollando descubrimos que en nosotros, hay un poder para cambiar las cosas. Podemos polarizar un ambiente para bien o para mal, y ello estará en que podamos inundar un lugar, con nuestro amor, paz y armonía, no debemos dejar que nos desarmonicen; por el contrario, nosotros debemos llevar la situación hacia donde queramos, o consideremos mejor. Las prácticas nos favorecen en esto. También nos ayuda a comprender, que lo malo es necesario para la superación y purificación de lo bueno. Esto, naturalmente, no nos lleva a la resignación, sino a saber voltear las cosas, y aplicar aquel dicho que dice: no hay mal que por bien, no venga.

Los Guías de Misión nos dicen, que el cuarto principio consiste en que toda realización cuesta esfuerzo y genera una fuerza de oposición, pudiendo medirse el valor e importancia de lo que se hace por el grado de dificultad antes, durante o después. Por ello, no deben amilanarse cuando las cosas se les complican pareciendo no tener solución, por cuanto todo lo que realmente vale, exige una máxima dedicación y suele ser un camino lleno de escollos, que va probando palmo a palmo vuestra voluntad y convicción.

El mundo ideal no existe, por lo tanto hay que crearlo todos los días y en todo lugar con la conciencia despierta y actitudes positivas que influyan sobre el ambiente y las demás personas.

Por ello no caigan en el error de algunos que piensan en huir del planeta porque consideran que ya es tarde.

Nosotros les podemos asegurar que aún no es tarde para cambiar y para que todo se transforme, pero todo variará si antes ustedes modifican sus patrones conductuales.

En este cuarto principio deben trabajar LA PERSEVERANCIA, LA TOLERANCIA Y LA CONVICCIÓN.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE POLARIDAD

ARMONIZAR LOS OPUESTOS.
Seguramente estarás preguntándote cómo se utiliza este principio en la vida práctica. La explicación es ésta: cada vez que te encuentres viviendo una situación extrema, es decir, que estés ubicado en uno de los polos, y desees revertir o neutralizar la situación, deberás comenzar a crear la energía de la polaridad opuesta. De esta manera, llevarás el “termómetro” a su punto medio. Por ejemplo, piensa en lo siguiente: cuando tienes frío, enciendes la calefacción o te abrigas más, es decir, buscas el calor. Con el calor se neutraliza el frío y viceversa; con la luz se hace desaparecer la oscuridad; con el amor se transforma el odio y así con todas las polaridades.

No se puede cruzar de un par de opuestos a otro y esperar un resultado en el primero. Si deseas transmutar una situación, tendrás que utilizar la energía envuelta en ese par, no en otro. Volviendo al ejemplo anterior, si tienes frío, buscas cómo generar más calor y no otra cosa. Si estás en una situación de pobreza, buscas ganar más dinero, no más frío ni calor. Se debe trabajar siempre con elementos de la misma naturaleza, a los cuales les cambia su grado de manifestación.

Es probable que hayas escuchado alguna vez un comentario como el siguiente: “¿Por qué Dios no le da una pareja a esta chica que es tan buena y servicial?” La respuesta se encuentra en este principio: porque esa joven está generando la energía de las polaridades del servicio y la bondad, pero no la del amor. Con la bondad se elimina la maldad; con el servicio se elimina el desamparo. En otras palabras, no se consigue pareja siendo “buena”; sólo se consigue amor cuando se ama. ¿Pero a quién vas a amar si no tienes a nadie? En primer lugar, a ti mismo, y luego a la persona ideal que “fabriques” en tu mente. Sólo así se manifestará el verdadero amor en tu vida.

Las personas que tienen problemas de dinero o están en la pobreza deben empezar a dar algo de lo poco que tienen; es decir, deben fingir que están en el otro polo y comenzar a actuar como “ricos” o, al menos, como alguien que tiene algún dinero. Hay personas que piensan que “Dios los va a ayudar económicamente” porque ellos brindan su tiempo sirviendo en alguna institución de beneficencia. Si brindas tu tiempo, todo lo que recibirás a cambio es todo el tiempo que necesites para tu vida personal. Para mantener una vida próspera, es necesario respetar la ley del diezmo: dar el diez por ciento del dinero que recibimos a la persona, el lugar o institución que en ese momento nos provee nuestro alimento espiritual. De esta manera, mantenemos en circulación la energía del dinero.

LAS SEMIVERDADES.
El principio de polaridad nos enseña que todo tiene su opuesto y que, en esencia, éstos son lo mismo. Por ejemplo, si analizamos los puntos cardinales, nos damos cuenta de que no dejan de ser una convención. Si uno comienza a viajar siempre hacia al ESTE sin detenerse, finalmente volverá al punto de partida. Entonces, ¿dónde está el OESTE?

Otro ejemplo de la relatividad de los polos es el vuelo transpolar que se realiza de la Argentina a Australia. Se sale de Argentina un día y se llega a Australia el día “anterior”. Por otra parte, el viaje de vuelta lleva dos días. La pregunta que surge es: ¿Dónde comienza un día y dónde termina el otro? La respuesta es sencilla: existe una línea internacional del día que atraviesa el Océano Pacífico sin tocar ningún país en particular; a partir de esa línea, se considera el comienzo del día. Pero, en realidad, el comienzo y el fin del día no existen; son sólo una convención humana.

En otra parte, el principio de polaridad sostiene que “todas las verdades son semiverdades”. En pocas palabras, esto significa que nadie en el planeta es poseedor de la verdad completa, sino que todos tenemos nuestra cuota de verdad. Es decir que al igual que con las piezas de un rompecabezas, uniendo nuestra semiverdad con la de los demás, encontraremos la verdad completa. Por eso es importante escuchar a otros. Siempre se aprende algo nuevo de los demás.

Cuando una mujer se queja de su marido, cuenta su semiverdad y tiene su lógica o razón. Pero luego, al escuchar al esposo quejarse de su mujer, se ve que él también tiene razón o semiverdad. Ninguno de los dos tiene la verdad completa; la verdad está en el medio. En todo problema de pareja, las responsabilidades están siempre repartidas en un cincuenta por ciento para cada uno, aunque uno de ellos parezca ser culpable y el otro inocente.

Cuando nos encontramos defendiendo ciegamente nuestro punto de vista, en realidad, estamos errando porque ninguno de nosotros es portador de la verdad completa. Por lo tanto, como conocedores de los principios universales debemos mantenernos siempre flexibles y alertas para aprender de los demás. Cuando criticamos a alguien que piensa o actúa de una manera diferente de la nuestra, en realidad, nos estamos cerrando a la posibilidad de aprender otra parte de la verdad. Cada persona, aunque nos parezca errada, tiene su porción de conocimiento. El mantener nuestra mente abierta nos ayudará a escuchar y aprender otra forma de lógica que, finalmente, nos llevará a encontrar el punto medio, o sea, aquello que definimos técnicamente como la armonización de los opuestos.

Al estar frente a personas o situaciones que ponen en conflicto nuestra manera habitual de pensar, aconsejable pedir guía a nuestro espíritu; pedir que se nos revele qué tenemos que aprender de eso, cuál es el mensaje o semiverdad.

En el camino de la evolución espiritual se debe evitar todo tipo de fanatismo. No tienes ni siquiera que defender las ideas que estás estudiando ahora. Si estás de acuerdo, tómalas como parte de tu semiverdad, pero siempre mantente abierto a seguir aprendiendo de numerosas fuentes. El fanatismo lleva a pararse en un polo, en un extremo; por lo tanto, nunca te conducirá a vivir en paz. La verdad está siempre en el medio.

Las personas que tienden a ir a los extremos en sus reacciones tienen más trabajo que realizar. Las conductas extremistas producen resultados extremistas; por lo tanto, tampoco conducen soluciones felices. Cada uno de nosotros debe aprender a encontrar el punto medio, su propio equilibrio.

La razón por la cual somos poseedores solamente de una semiverdad es que debemos aprender a encontrar la unidad en todos.

Nuestro ego genera grandes diferencias y separaciones entre las personas pero, de acuerdo con este principio, todos somos parte de lo mismo. Dicho en términos metafísicos, el hijo de Dios es uno solo y está formado por cada uno de nosotros. Nuestro ego se resiste a esa idea y no quiere renunciar a su individualidad.

Si analizas los grandes problemas del mundo, te darás cuenta de que, en esencia, están generados por el ego humano: la diferencia de razas, culturas, economías, límites entre países, y demás. En síntesis, es un problema de percepción errónea. Cuando aprendamos a ver la unidad en cada uno de nosotros, la mayoría de estos problemas desaparecerán de la Tierra.

LA POLARIDAD DAR/RECIBIR.
Muchas personas se quejan de que dan mucho y reciben poco. La persona que está acostumbrada a dar siempre se encuentra parada en uno de los polos o extremos y, mientras se mantenga en esa posición, no habrá manera posible de que reciba algo del Universo. Esto se debe a que la persona está vibrando con la energía del dar y carece por completo de la energía opuesta, la del recibir. Por lo general, estas personas se sienten incomodas cuando reciben un regalo o cumplido; en el peor de los casos, lo rechazan por completo.

La aplicación del principio de polaridad nos permite transmutar las energías de un polo al otro para manifestar un determinado resultado. Para cambiar esta situación, es necesario que la persona aprenda a recibir. Por ejemplo, si recibe un regalo, solamente tiene que agradecerlo y bendecirlo, y no salir corriendo a comprar otro regalo en devolución. Si alguien le dice un cumplido o algo agradable, sólo debe agradecer. Es curioso, pero para muchos no es fácil recibir. Esto se debe a que en la conciencia de la persona existen ciertas asociaciones negativas con el hecho de recibir. Algunos creen que si aceptan regalos de otros, estarán sometidos a su voluntad. Otros creen que no se lo merecen o que no es necesario, Cualquiera sea el pensamiento negativo, deberá ser eliminado y reemplazado por otro de gratitud. Debemos estar siempre abiertos y receptivos a todo lo que el Universo te quiera brindar.

En definitiva, quien no recibe no ha desarrollado la polaridad del recibir. En el orden práctico, se debe trabajar más con la mano izquierda, ya que todo el lado izquierdo del cuerpo desarrolla la energía del recibir.

Al principio, uno se siente torpe usando esta mano pero, con el tiempo y la práctica, las tareas se vuelven más sencillas. En el caso de la gente zurda, la regla se invierte.

Por otra parte, la mano derecha y todo ese sector del cuerpo desarrollan la energía del dar. A las personas acostumbradas a dar demasiado, se sugiere que cierren su mano derecha y abran la izquierda, moviendo los dedos hasta calentar bien la mano. De esta manera sencilla, se activan los canales de recepción de nuestro ser.

AUMENTAR LA POLARIDAD OPUESTA.
Sobre la base de nuestra lista de objetivos o deseos, debemos tomar cada uno de ellos y analizar cuál es la polaridad que nos falta desarrollar. Técnicamente, lo que se hace es buscar el polo de la misma naturaleza y se comienza a elevar el grado vibratorio. A manera de ejemplo, si se quiere resolver un problema de dinero, hay que seleccionar la polaridad pobreza/riqueza. El problema nos sitúa más del lado de la pobreza; por lo tanto, tendremos que comenzar a desarrollar la energía del polo opuesto. Para eso nos valdremos de afirmaciones, visualizaciones y de todos los elementos externos que nos ayuden a poner en la mente pensamientos de abundancia. De esta manera, vamos creando la vibración de la riqueza, que tarde o temprano se manifestará.

Desarrollar el polo opuesto significa, además, comenzar a actuar con las características de ese polo. Continuando con el ejemplo anterior, debemos empezar a “fingir” que el problema ya está resuelto. Para lograrlo, podemos comprar en el supermercado algo que nos haga pensar en los ricos; no hace falta gastar mucho dinero, sino usar la imaginación y el poder de la intención.

Esta técnica también se usa para resolver problemas amorosos. Si una persona se encuentra sola, está dentro de la polaridad soledad / compañía. Para salir del polo de la soledad, primero la persona tendrá que empezar a repetir afirmaciones y visualizar a su pareja perfecta. Luego, lo más importante, tendrá que “fingir” que la persona que anhela ya está a su lado; para eso, deberá emprender numerosas acciones dirigidas hacia esta polaridad. Por ejemplo, la persona tendrá que preparar su casa para darle la bienvenida a su futura pareja: puede ordenar el cuarto, modificar la decoración del lugar, cambiar los cuadros, o incluso comprarle un regalo. Todo deberá hacerse con la intención de generar la energía que se siente al estar acompañado de la persona que uno ama. De esta manera, el conocedor de los principios universales trae el futuro al presente.

Cualquiera sea la polaridad que se esté desarrollando, es importante que las acciones se realicen con entusiasmo y alegría, como si se estuviera jugando. De esta manera, se evita la intromisión de la ansiedad y el miedo.

viernes, 21 de agosto de 2009

EL PRINCIPIO DE VIBRACION

“NADA ESTA INMOVIL; TODO SE MUEVE; TODO VIBRA”


Todas las cosas tienen su apariencia que para la mayoría de las personas es la realidad, y no es así. Como su nombre indica, es apariencia, nada más. ¿Qué es verdad? Lo que es, ¿Qué es falsedad? Lo que parece ser. Tenemos que apoyarnos en estas definiciones para aclarar muchos conceptos. Dividimos lo que existe en tres reinos: Animal, vegetal y mineral, de los cuales al último llamamos inerte, es decir que no tiene movimiento propio, que no hay actividad en él. Esa es su apariencia, pero, qué lejos estamos de la verdad porque en todo hay vida, todo se mueve, todo vibra.

Si aprendiéramos a vibrar en frecuencias altas podríamos ver a los espíritus desencarnados. Igualmente si vibráramos lentamente veríamos cómo se mueven todas las partículas que constituyen una roca y comprobaríamos que no existe inmovilidad. Lo mismo ocurre con nuestros pensamientos, si son positivos están en una frecuencia alta, en cambio los negativos vibran lentamente. De igual manera ocurre con los sonidos y colores, los altos y brillantes respectivamente, son de vibración alta; los bajos y oscuros son de vibración baja.

Habrás observado por ejemplo que, cuando te aproximas a una persona encolerizada su estado anímico lanza fuera de su cuerpo vibraciones tan malas que golpean tu cuerpo y sientes malestar. Por el contrario si las vibraciones son reflejo de felicidad, alegría, sentirás bienestar, paz. Quiero significar con esto que las vibraciones de otros seres te afectan en bien o en mal; la intensidad de esa afectación estará dada por tu vibración. Entonces es conveniente, tener siempre una vibración alta, así podrás controlar adecuadamente tus propias vibraciones como las de los demás.

En RAHMA, se nos enseña a vibrar más rápidamente, a elevar nuestra vibración personal mediante ejercicios, como son las respiraciones, mantralizaciones, plegaria (la gran invocación) meditaciones y otros. Esto facilitará el contacto con seres de dimensiones superiores, y el que podamos desarrollar la conciencia, en nuestros diversos vehículos.

Este Principio, nos lleva a comprender que, lo malo no es tan malo, desde el momento mismo que permite, que lo bueno se perfeccione, haciéndose más bueno frente a la adversidad. Esto es, que lo malo, es un medio para la superación del bien.

Los Guías de Misión nos dicen, que en el tercer principio debemos tener en cuenta, que el vehículo de la acción ó el medio de concreción de la creación es LA PALABRA. La palabra es vibración y poder sobre las formas, porque decreta y materializa las cosas alrededor de uno y en uno. Es más: la palabra es la que da forma a las cosas.

Por la palabra se puede construir y hasta destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones, así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero solo si esta es bien empleada por alguien puro de corazón.

Los grandes problemas de vuestra humanidad se resumen en la carencia de comunicación; en la abundancia de mensajes sin poder; de palabras sin una vibración superior.

La carencia de un ejemplo de vida y la falta de consecución de las enseñanzas, ha hecho a las palabras: vanas y vacías. Por ello solo se enseña bien cuando las palabras van acompañadas por el ejemplo.

Cuando restablezcan el contacto interno y como consecuencia recuperen el contacto con vuestros más cercanos, volviendo a ser honestos y sinceros en vuestros pensamientos y palabras; el Universo se hará oír en ustedes y hablará a través de vuestras almas con la fuerza del poder para abrir mentes y corazones.

En este tercer principio hay que trabajar con la RESPIRACIÓN, INTELIGENCIA y LA PUREZA.

APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE VIBRACION

CUIDAR LAS PALABRAS.
Para generar una mejor vibración personal, en primer lugar deberás ser muy cuidadoso con lo que pronuncias. Evita usar las “malas palabras”; ellas tienen una vibración muy baja y afectan tanto al ambiente como a las personas. Puedes utilizar las malas palabras una vez, como descarga de tu enojo y eso es válido; el problema se presenta cuando se convierten en tu vocabulario habitual.

Otras palabras que tienen vibración muy baja son aquellas que se pronuncian cuando uno se queja o critica a alguien. La palabra tiene poder creador; por lo tanto, cuando nos quejamos de algo sólo estamos afirmando más el problema. Por otra parte, cuando criticamos a alguien estamos dándole más lugar a la percepción de nuestro ego que a la de nuestro espíritu. El ego siempre marca las diferencias y nos aleja de tener paz unos con otros. El espíritu nos recuerda que todos somos Hijos de Dios y que El nos ama a todos por igual. La crítica hace que veas en el otro lo que no ves en ti mismo. Si la tomas de esta manera, puede llegar a convertirse en una herramienta muy útil para tu conocimiento personal. Una vez que resuelvas tus propios problemas internos, dejarás de criticar a los demás.

Evita participar en discusiones o en reuniones donde sólo se habla vanamente. Cuida tu energía verbal y resérvala para decretar aquello que sea importante para ti.

SELECCIONAR LAS IMÁGENES.
Debes hacer un gran esfuerzo para concentrar toda tu atención en las imágenes que sean más positivas para tu evolución.

Tal como vimos al estudiar el principio de mentalismo, las imágenes que nos rodean afectan nuestra mente y, además, nuestra vibración personal. Evita mirar imágenes de guerra, crueldad, pobreza, enfermedad, catástrofes o cualquier otra situación que te haga sentir miedo e inseguridad. Estas imágenes aumentarán la sensación de estar separado de tu Creador y no te conducirán de ninguna manera a tener más paz.

Esto no significa que debas vivir ausente en el mundo. Puedes informarte y conocer todas las noticias del momento sin que eso te haga sentirte culpable; lo importante es que aprendas a concentrar tu atención en lo bueno. Sólo eso te ayudará a elevar tu energía personal. Presta atención a la reacción de tu cuerpo cuando lees una buena noticia. Seguramente sentirás alegría, más confianza y paz. Es probable que estés pensando: “Pero todas las noticias del mundo ahora son muy malas”. Si ésta es tu idea, entonces cancélala inmediatamente; de lo contrario, te tocará ver todas las peores noticias del planeta. Por el contrario, si comienzas a creer que en el mundo también suceden cosas buenas, te enterarás de todo lo bueno.

Evita leer diarios o periódicos sensacionalistas, que distorsionan y exageran lo que sucede con la finalidad de vender más. Evita, lo más posible, leer noticias escandalosas de la gente famosa. Aunque esto no es fácil, trata de no darles trascendencia y no te gastes comentándolas con tus amistades. Concéntrate en aquello que sea importante y bueno para ti. Las imágenes van directamente a tu mente subconsciente, desde donde se programa tu mente.

LA SENSACIÓN FISICA.
El placer es el camino más directo para aumentar tu energía personal. Es aconsejable practicar todas las actividades que te brinden placer físico, como deportes, el baile, la gimnasia, el caminar por un parque, y además. La visita a lugares naturales siempre ayuda a elevar la vibración personal.

La risa da placer y aumenta considerablemente el nivel energético personal además de acelerar los procesos curativos del cuerpo. Rodéate de gentes alegres; mira programas cómicos, especialmente aquellos en los que el humor no se basa en la burla hacia otros. Cultiva tu humor personal; encuéntrale el lado cómico a todo lo que te sucede y verás cómo las soluciones aparecen más fácilmente. Si estás enojado y alguien te hace reír, notarás que no puedes volver a enojarte como antes. La risa y el enojo no son compatibles. Cuando más nos reímos, más rápido desaparece la ira.

A veces, es conveniente valerse del recuerdo de situaciones felices del pasado. La mayoría de la gente se pasa todo el tiempo recordando todo lo malo que le ha tocado vivir y lamentándose; eso sólo sirve para atraer más cosas malas al presente porque se está generando el mismo tipo de energías.

Si quieres vivir una situación muy romántica en el presente, puedes traer a tu memoria el recuerdo del momento más romántico que hayas vivido en el pasado. Revive la sensación física sin poner atención en la otra persona; sólo recuerda aquello que sentías dentro de ti y vuelve a experimentarlo. Cuanto más lo hagas y disfrutes, más pronto tendrás a tu lado a la persona que dará todo ese placer. La razón por la que no debes poner atención en quien estuvo a tu lado en el pasado es que, muy probablemente, ésta no sea la misma persona en el presente. Deja al Universo que te provea de la persona más adecuada para ti en el presente.

Las personas que se sienten solas y se quejan de su soledad, sólo atraen más soledad o relaciones que fracasan rápidamente. Si éste es tu caso y no puedes recordar ningún momento romántico de tu pasado, tienes que crearlo en tu imaginación. Concéntrate en las imágenes, palabras y sensaciones que te ayuden a vibrar en la frecuencia del amor y, entonces, el amor aparecerá en tu vida. Recuerda que las energías iguales se atraen; sólo el amor atrae al amor.

MEJORAR LA ALIMENTACIÓN.
Hay alimentos que tienen vibración muy baja, como las carnes. Entre éstas, las rojas son las peores. El comer carne aumentará la parte primitiva de tu ser y estarás más propenso a enojarte con facilidad y a ser más agresivo. La naturaleza nos enseña que los animales más agresivos son los que comen la carne de otros animales. Además, poseen un intestino más corto que el humano y pueden desecharla más rápidamente antes de que se descomponga. Cuando una persona come carne no siente hambre por bastante tiempo porque el cuerpo está haciendo un esfuerzo enorme para digerirla. Lo peor es que no se la elimina con rapidez y, entonces, el cuerpo se llena de toxinas. La carne de cerdo es la que tiene la vibración más baja; por lo tanto, deberías evitar completamente su ingestión.

Si estás acostumbrado a comer carne, no la dejes del todo. Es conveniente que reduzcas su ingestión gradualmente porque de lo contrario podrías producir un gran desequilibrio en tu cuerpo. Es verdad que hay personas que han comido carne toda su vida y han sido muy saludables; pero seguramente no han llegado a desarrollarse espiritualmente. Recuerda que tú estás comenzando a transitar un camino diferente, en el cual se requiere que seas muy consciente de todo lo que haces.

Comemos para tomar energía de los alimentos; por lo tanto, debes concentrarte en aquellos alimentos que te dan mayor vitalidad. Los vegetales, las frutas y los granos son muy buenos para el cuerpo porque son de fácil digestión y te brindan toda la energía que necesitas. Por lo general todo lo que tiene vida da más vida; por eso, las ensaladas frescas y las frutas son las mejores.

EL SONIDO OM.
La repetición de “mantras” o palabras de poder, por lo general de origen sánscrito, ayudan a cambiar la vibración de cualquier situación. El mantra más simple y efectivo es el del sonido “OM” o sonido del Universo. Debes inhalar por la nariz lenta y profunda y, al exhalar, pronunciar lentamente “OM” haciendo hincapié primero en la vocal y luego en la consonante.

La vibración de este sonido te unifica con el Universo y es muy útil para disolver cualquier emoción o situación negativa. Debes repetirlo, por lo menos, durante siete minutos.

En el caso de una fuerte crisis emocional, debes ir repitiendo este mantra y así lograras disolver todas vuestras emociones negativas, miedos y angustias. En esta situación lo harías tres o cuatro veces al día. El sonido “OM” ayuda a recobrar vuestro eje y a elevar vuestra energía personal a un nivel muy alto.

Cuando uno comienza a repetir “OM”, lo primero que viene a la mente son todos los problemas y pensamientos que se quieren evitar. Lejos de alcanzar más paz, uno se siente abrumado. Pero al continuar repitiéndolo, dichos pensamientos comienzan a diluirse poco a poco. La sensación de paz y bienestar se hace inevitable después de unos minutos de práctica.

LA PRÁCTICA DEL SILENCIO.
La práctica del silencio es muy poderosa y, a la vez, difícil en estos días. Consiste en permanecer el mayor tiempo posible en total silencio; es decir, sin hablar, sin contestar el teléfono, sin mirar televisión, sin leer ningún libro, sin escuchar música. De esta manera, se logra el estado de contemplación, que eleva la energía a un nivel muy elevado.

En nuestra cultura, es esta muy arraigado el concepto de que siempre deberíamos estar haciendo algo, aprovechando nuestro tiempo valioso. La idea de “hacer” es muy valorada y se reciben recompensas por eso. Sin embargo, es mucha más valiosa la idea de “ser” y esta es la clave de este ejercicio. Nuestro verdadero valor radica en que somos “seres humanos” y no “hacedores humanos”. Por supuesto que no hay nada de malo en que desarrolles ciertas tareas y seas una persona productiva, pero tienes que aprender a encontrar el verdadero valor de tu ser, aun cuando no hagas nada que la sociedad considere valioso.

Puedes comenzar a practicar el silencio durante una hora o más horas. Asegúrate de que nadie te interrumpa ni te moleste. Puedes hacerlo en tu casa o en un parque. Los espacios de la naturaleza son los más poderosos. Simplemente contempla todo lo que sucede por dentro y por fuera de ti. No es necesario que juzgues ni que llegues a ninguna conclusión. Este no es un ejercicio intelectual. Al principio, tu ego te recordara tu drama personal e intentara hacer mucho “ruido” para restarte paz. Sin embargo, si dejas pasar todos los pensamientos con libertad, ese drama desaparecerá como disolviéndose en el aire.

EL silencio “habla” con palabras poderosas y transformadoras. La práctica del silencio restaura la salud psíquica y física. El silencio abre los canales de tu conciencia a nuevas realidades y otorga muchas respuestas. Solamente en el silencio se escucha la Voz de Dios. El silencio ayuda a elevar la energía personal al nivel más alto porque su vibración corresponde a la vibración de la eternidad.

Hay personas que se quejan de no tener suficiente tiempo para meditar o hacer algunos de estos ejercicios. Esto es realmente lamentable porque obliga a la persona a mantenerse en un nivel de energía media o baja, según el caso. El quejarse no produce ningún cambio, sino todo lo contrario. La solución comienza cuando tienes un fuerte deseo de querer cambiar. El Universo escucha tu deseo y pone en marcha los mecanismos necesarios para ayudarte a producir el cambio. Lo más conveniente es comenzar con tan solo cinco minutos, para luego irlos aumentando.

El beneficio es enorme. Cuando uno se empeña en elevar su propia energía, el resto aliviana. Las soluciones parecen manifestarse como por arte de magia; las personas que aparecen son más positivas y honestas; uno da y recibe más amor con libertad; la alegría se hace más contagiosa y permanente. Pero de ti depende el continuar arraigado a tu ritmo de siempre o comenzar a mejorarlo.

Quiero decirte algo más sobre el silencio. Si tienes la costumbre de rezar, agrégales a tus momentos de oración unos minutos de silencio al final. Cuando estas rezando, le estas “hablando” a Dios. Cuando permaneces en silencio, estarás “escuchando” su respuesta. Si solo rezas y luego te vas, lo único que habrás hecho es un perfecto monologo. De nada sirve que reces con todo tu fervor pidiendo la solución a un problema si no escuchas SU RESPUESTA. En el Universo todo es perfecto y necesario. Todo lo que te sucede tiene sentido y guarda una lección para ti. Hasta que no aprendas, continuaras lidiando con lo mismo; por eso, el silencio, la Voz de Dios te habla con claridad y te explica porque te sucede todo lo que te sucede.

jueves, 20 de agosto de 2009

EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA

“COMO ES ARRIBA, ES ABAJO; COMO ES ABAJO, ES ARRIBA”


Este pequeño mundo, nuestro cuerpo, es semejante al gran mundo, el Universo; lo que sucede allá arriba acontece también acá abajo en nosotros... Entonces estudiando al hombre conoceremos y comprenderemos el Universo. Estudiando y observando nuestra Tierra también comprenderemos y vislumbraremos otros mundos mejores (¿Acaso, otros planos de existencia? ¿Tal vez, otros cuerpos más etéreos?). Desde luego, en este momento no tenemos idea exacta de esos mundos superiores porque estamos viviendo en otras condiciones, en un mundo denso y no aceptamos su existencia. Por ejemplo: En una gota de agua viven miles de seres diminutos cuya existencia no pasa de algunos segundos, sin embargo en ese lapso su vivencia es total; si conversáramos con uno de ellos y le dijéramos que la vida no dura solamente segundos, sino cincuenta, ochenta y más años, desde luego que no nos creería porque su realidad es otra, sin embargo lo que le manifestamos es la verdad... Lo mismo sucede con nosotros cuando nos comentan y aseguran que hay otros seres, semejantes nuestros, que viven muchos más años y en otras condiciones... tampoco creeremos. Si hablamos con una hormiguita, cuya mente no pasa de ser un instinto, tendremos que conversarle considerando su nivel de conciencia, comentarle por ejemplo, que trabajamos como ella, que tenemos algunas necesidades semejantes, pero más allá no, porque no nos entendería. Sin embargo pese a esas limitaciones, en cada estado de vida, en cada estrato de existencia hay seres un poco más adelantados que los demás de su nivel y que están listos a pasar a otro estado. Estos si vislumbran o presienten las condiciones superiores. Si aplicamos este principio que es muy importante, muchos mundos que no conocemos nos serán más comprensibles; podremos descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vista, relacionarnos con el cosmos. El nacimiento, vida y muerte de los sistemas solares, de las galaxias es muy semejante a los procesos biológicos del hombre y del ser más diminuto de la creación. Como es el macrocosmos es el microcosmos; somos parte del universo y podemos contactarnos con él si así lo deseamos.

En el Universo funcionan jerarquías, entre las que se ubican los Guías, instructores nuestros; recordándonos con ello que dentro de la Misión, a nosotros también se nos enseña a instruir a otros. También reflexionamos, que como en lo material uno llega a ser padre, o madre de sus propios hijos, así también en lo espiritual, uno llega a desarrollar una gran familia espiritual, mediante la afinidad vibratoria.

Con este principio, podemos entender que los seres superiores, están sujetos a limitaciones y procesos, semejantes a los que vive todo ser aquí en la Tierra.

Los Guías de Misión nos dicen, que el segundo principio consiste en que TODO ES UN REFLEJO DEL UNIVERSO QUE NOS RODEA, por lo que al ser parte consciente de la creación, ustedes también pueden y deben ser co-creadores de todo aquello que pueda ser edificante y positivo.

Y es que también por ser el universo un acto de amor del Todopoderoso, vuestras existencias deben estar inspiradas y marcadas por el amor.

Las leyes que regulan el Universo son las mismas que intervienen en la vida de un individuo, por lo cual conociéndose uno a si mismo se puede llegar a conocer el Universo y de la misma manera, afectarlo para bien o para mal.

En este segundo principio deben trabajar EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA, EL DISCERNIMIENTO Y LA INTUICIÓN.



APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA

CONCENTRACION EN UN DESEO.
Al estudiar el principio del mentalismo, has aprendido a hacer una lista de deseos u objetivos. Si no lo hiciste, ésta es tu oportunidad. Tienes que enumerar por lo menos siete objetivos o deseos concretos que quieras manifestar.

En esta oportunidad, vas a elegir el objetivo o deseo principal, aquel que para ti sea absolutamente número uno. Luego vas a escribir este objetivo en forma de afirmación. Se llama afirmación a la oración que se escribe en tiempo presente y en forma positiva.

Si tu objetivo o deseo es tener una pareja, entonces tu afirmación puede ser: “El Amor Divino atrae hacia mí a la pareja perfecta, estable, duradera y feliz. Ahora acepto todo el amor que me merezco”. Si tu objetivo o deseo es tener más dinero, entonces puedes afirmar: “El dinero viene fácilmente hacia mí y mis ingresos aumentan cada día”.

Vas a escribir la afirmación que elijas en una tarjeta que colocarás dentro de tu billetera. De esta manera, cada vez que la abras para pagar algo, tu mente volverá a leer la afirmación. También vas a escribirla en tu agenda, en tu cuaderno de estudio o trabajo o en una tarjeta, para tenerla al lado de tu cama, en el espejo del baño y en todos los lugares que frecuentes. La idea es impregnar tu conciencia de todas las maneras posibles.

Es mejor que los lugares que elijas sean privados y que los demás no se enteren. No hables de tus objetivos o deseos; no lo gastes en palabras. Si necesitas discutirlos con alguien, busca hacerlo con las personas que alimenten tu fe y no con aquellas que te desalienten.

COMO ADENTRO ES AFUERA; COMO AFUERA ES ADENTRO.
Cuando llevamos este principio al nivel humano, podemos modificar las palabras y decir: “Como adentro es afuera; como afuera es adentro”. Todo lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por dentro. Esto significa que cuando una persona es desordenada con sus cosas, está demostrando su desorden interno. Por el contrario, quienes están en el otro extremo y son muy rígidos con el orden están reflejando una rigidez mental en sus ideas. Lo de adentro es como los de afuera, y viceversa.

Si se analizan las condiciones de vida que rodean a una persona determinada, se puede saber qué es lo que tiene en su mente. Las personas estructuradas lo son también mentalmente; del mismo modo, aquellos que se comportan de una manera caótica o contradictoria, tienen ideas de ese tipo.

Este principio sirve para detectar mentiras. Cuando una persona está mintiendo, el cuerpo genera cierta incomodidad que en general toma la forma de picazón en la cara. Los niños tienden a llevarse la mano a la boca después de decir una mentira; los adultos también se llevan la mano a la cara pero para arreglarse el cabello, las cejas, o para rascarse la nariz. Esto no significa que ocasionalmente una persona pueda tener picazón en la cara sin estar mintiendo. La clave es la siguiente: cuando una persona está prometiendo o afirmando algo importante y luego se rasca la cara, está mintiendo. Por ejemplo, si alguien está prometiendo amor eterno, devolver dinero, cumplir con cierto compromiso, ser fiel; o si está contando su propia historia, asegurando que no hizo nada, afirmando su inocencia o describiéndose a sí mismo, y se lleva la mano a la cara, entonces puedes dudar de lo que dijo. De acuerdo con este principio funcionan las máquinas detectores de mentiras. La mentira produce una especie de “cortocircuito” interno y se refleja creando una incomodidad en el cuerpo; por lo general, una picazón en el rostro.

El movimiento de los ojos también acompaña a la secuencia de los pensamientos. Cuando los ojos miran hacia arriba, se está trabajando con imágenes. Si se mira hacia arriba y a la derecha, entonces se activa la parte creativa de la mente y se crean imágenes nuevas. Por el contrario, cuando los ojos se mueven hacia arriba y a la izquierda, se está activando la memoria y entonces se recuerdan imágenes. Cuando a una persona se le formula una pregunta y mira hacia la derecha, está inventando una respuesta. Pero si, por el contrario, mira hacia la izquierda, está recordando algo que hizo.

Si vas a contratar a una persona para trabajar contigo y le preguntas si ya tiene experiencia en determinado tipo de trabajo, sabrás si te está diciendo la verdad o no según el movimiento de sus ojos. Si la persona mira hacia arriba y a la derecha antes de responder, estará creando una respuesta porque no tiene experiencia. Si mira en la dirección opuesta, estará recordando algún trabajo anterior.

Se puede activar un funcionamiento cerebral determinado en forma intencional. Cuando necesites recordar algo en particular, puedes mover tus ojos hacia arriba y a la izquierda. Eso te ayudará a traer a tu memoria más fácilmente la información que quieras recordar. Cuando no encuentres la solución a un problema, podrás mover tus ojos hacia arriba y a la derecha para activar tu parte creativa: de esta manera, imaginarás nuevas soluciones.

El principio de correspondencia es útil, además, para ayudarnos en momentos de crisis. Si en un momento determinado te sientes deprimido, angustiado o preocupado, arreglarte físicamente o mejorar tu aspecto personal externo inmediatamente influirá en tu estado interno. Si tu vida es muy caótica y problemática, comienza por poner en orden tu escritorio, tu guardarropas o tu dormitorio. El orden en lo externo te ayudará a encontrar orden en lo interno.

DESPRENDERSE DEL PASADO.
Este es un ejercicio muy importante que se debe repetir cada siete meses, o cada vez que se considere necesario. Es conveniente desprenderse de todos los utensilios o artefactos que no funcionan o que no se utilizan en la casa. No es bueno conservar ropa que no se va usar, libros o revistas que no se van a leer u otros objetos que no cumplan una función útil. Se puede vender, donar o regalar aquello que uno no necesita más. Es importante dejar lugar para lo nuevo. Tiene que haber cierto espacio vacío en la casa porque, de lo contrario, lo nuevo no puede entrar. Si se acumulan muchas cosas viejas en la casa significa que se vive atado al pasado, a los recuerdos, y eso no permite el cambio. Se debe conservar solamente aquello que es útil, positivo y necesario. Hay objetos antiguos que pueden ser muy útiles; no interpretes que lo viejo es malo porque, definitivamente, no es así. Solamente aquello que ya no te sirve puede llegar a ser malo. Despídete de todo lo que ya no usas con amor. Bendícelo y hazlo circular.

De acuerdo con lo que llevamos por dentro, atraemos a personas y situaciones. Esto significa que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, está reflejando pautas de pensamientos guardadas en nuestra mente. Las personas buenas, que nos quieren y ayudan, reflejan la parte más favorable de nuestra conciencia, mientras que aquellos que nos generan problemas, nos envidian o nos pelean están reflejando la parte más oscura de nuestra propia conciencia. Dicho de otra manera, las personas que son más negativas solamente vienen a nuestra vida para “hacernos el favor” de recordarnos que tenemos ciertas pautas mentales que sanar.

Si una persona tiene una pareja que la maltrata, le miente, la engaña y demás, esa pareja está reflejando lo que la otra persona cree del amor o asocia a la idea del amor. La solución en este caso no es cambiar de pareja, sino cambiar de idea. Si el cambio no se produce por dentro, entonces la persona volverá a elegir otra pareja que volverá a maltratarla. Esta idea es difícil de asimilar porque es más fácil encontrar al “culpable” fuera de nosotros. Cada uno tiene al perfecto culpable de su propia infelicidad: su pareja, alguno de sus padres, sus hijos, su jefe, sus amigos, sus vecinos; si eso no alcanza, se culpa al presidente, al mal tiempo, a la economía, o a la mala suerte.

Para crecer, primero debes aceptar la responsabilidad de tu propia vida. De esta manera, evitarás encontrar un culpable externo a tus propios problemas. Tampoco es necesario que te sientas culpable por lo que te sucede. Sólo tienes que sentirte responsable, saber que algunas pautas de pensamiento erróneas te están llevando a elegir mal. Una vez que cambies tus pensamientos, cambiarás tu vida.

A partir de ahora, cada vez que surja algún problema es conveniente que te preguntes a ti mismo: “¿Qué significa esto en mi vida? ¿Por qué o cómo estoy creando esta situación?”. De esta manera, descubrirás la creencia que te ha llevado a vivir tal situación. Para cambiar dicha creencia deberás poner en práctica todo lo aprendido en el principio del mentalismo. Cuando una creencia nueva y positiva se afirme en tu conciencia, aparecerán las personas o las situaciones externas que te lo confirmarán. En síntesis, puedes considerar tu situación actual como un espejo de tu estado interno.

TIENES LO QUE TE CORRESPONDE.
Según el principio de correspondencia, cada uno de nosotros tiene lo que le “corresponde”. Cuando veas a alguien que posea una fortuna, tienes que saber que esa fortuna le corresponde, lo entiendas o no. También es cierto lo contrario: cuando veas a alguien que vive en la pobreza, esa pobreza le “corresponde”. Esto no significa que exista una selectividad en la mente de Dios. El no ha seleccionado quien va ser rico y quien va a ser pobre. La selectividad existe solamente en las mentes de los humanos; cada uno ha elegido ser rico o ser pobre.

La pobreza no es un problema de dinero sino de conciencia. Si tienes problemas de dinero, debes saber que hasta que no cambies tu mentalidad de “pobre” la riqueza no podrá manifestarse en tu vida. Se sugiere que no preste dinero a aquellos que tienen problemas económicos. Si prestas dinero a alguien que tiene una deuda, lo más probable es que solamente lo ayudes a agrandar su deuda original. La solución es ayudarlo a cambiar su pensamiento, enseñarle a pensar en términos de prosperidad y no de carencias. Las deudas se generan por culpas y son una forma de auto-castigo. Si quieres salirte de tus propias deudas o ayudar a otro a hacerlo, deberás aprender a perdonar.

La mayoría de las deudas se generan por querer acceder a cosas que todavía no están ganadas en conciencia. Esto significa que estas apurando el proceso e internamente aun no has aceptado aquello que estas adquiriendo en el plano físico. Las tarjetas de crédito te “ayudan” a endeudarte porque te permiten acceder con rapidez a tu deseo. Cuando el deseo y la conciencia están de acuerdo, puedes acceder a lo que quieres sin endeudarte.

Recuerda que la mente es como un terreno fértil donde siembras tus “semillas” o deseos. Cuando una planta nace, es muy débil y pequeña; pero si la riegas y la cuidas, entonces crecerá como un árbol y te dará flores y frutos. Es imposible que una planta te de sus frutos apenas nace. Lo mismo ocurre con tus pensamientos. Si los repites, cuidas, visualizas, y los mantienes en el tiempo, se materializan y te dan sus frutos. Si tu deseo es adquirir una casa con cinco habitaciones y actualmente vives en una casa con una sola habitación, tendrás que “trabajar” esa idea, darle tiempo a que madure en tu conciencia hasta que la sientas posible y verdaderamente tuya. Entonces, aparecerá la posibilidad más cómoda de acceder a ella. Cuando aceleras el proceso porque tu ego te dice que se te pasa el tiempo, contraes deudas.

Además, de acuerdo con este principio, el cuerpo físico nos envía señales muy concretas acerca de si lo que estamos viviendo será bueno o malo para nosotros. Estas señales son muy simples y fáciles de entender. Cuando estas frente a algo que será bueno para ti, el cuerpo te envía una señal de comodidad. Te sientes tranquilo, en armonía, en paz y con entusiasmo. Por el contrario, cuando estas frente a algo que te puede perjudicar, la señal es de incomodidad. En este caso el cuerpo se pone tenso, los músculos parecen estar listos para actuar y defenderte de algún peligro, no puedes descansar ni disfrutar. Si te guías por esas señales básicas de tu cuerpo jamás te equivocaras.

Además de tener un cuerpo físico, cuentas con lo que se llama “cuerpo emocional”. Este cuerpo tiene la habilidad de reconocer en el primer instante en que entras en contacto con alguien si esa persona te hará bien o mal; la mezcla de energías produce una reacción química inmediata, muy clara y acertada. Por eso, siempre debes prestar atención a tus “primeras impresiones”. Desde el primer momento, podrás saber si tu actual pareja, amigo, jefe, vecino, o una persona que frecuentes serán una influencia positiva o negativa para ti.

Esto también es cierto con la energía de ciertos lugares. Hay lugares en los cuales te sentirás muy cómodo; hay otros que querrás abandonar inmediatamente después de haber llegado. Hazle siempre caso a la sensación que recibas. Es probable que tu lógica te señale un montón de razones en contra de lo que estas sintiendo; sin embargo, tu ser interno va mas allá de la lógica y puede ayudarte a evitar problemas futuros. Quizás al leer esto último recuerdes alguna situación en la que sentiste de antemano que cierta persona o lugar no eran adecuados para ti; sin embargo, no le hiciste caso a esa percepción y más tarde sufriste las consecuencias. Si ya has vivido la experiencia, tómala a tu favor y prométete a ti mismo escucharte más.